Ciclos...
ciclos... ciclos...
En
la vida todo es ciclos…
Si quieres ser un buen profesional, ser buen padre, buen novio, debes despedirtes antes de llegar… Si quieres
encontrar a la persona con la que
quieras compartir tu vida, quizá haya que conocer algunas previas que te
enseñen que realmente quieres… cada éxito, cada proceso que alcanzamos está
llenos de pequeños ciclos que lo posibilitaron… etapas que tuvieron su momento
y luego dieron lugar a otras nuevas, que sólo pudieron darse gracias a las
anteriores.
Aprender a cerrar nuestros ciclos es una de las
herramientas más poderosas que tenemos para vivir la vida en plenitud. Cuando
cerramos nuestros ciclos tenemos el corazón presente en el momento / ciclo en
el que estamos, hemos aprendido de las experiencias anteriores y eso significa
que estamos más preparados para afrontar lo actual, estamos agradecidos y nos
hemos hecho responsables de nuestras decisiones y consecuencias y hemos
aprendido como tomar decisiones más saludables para nosotros, hemos visto el
impacto de nuestras acciones en los demás y habremos aprendido como encontrar
la opción más enriquecedora para nosotros y los que nos rodean, y sobre todo
hemos aprendido que no hay realmente nada “bueno
o malo”, sólo “experiencias” que de haber cerrado e integrado
adecuadamente nos harán más fuertes, más sabios, más plenos…para afrontar la
vida plenamente.
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